lunes, 14 de octubre de 2013

Pensamientos.

La memoria es siempre, en parte, imaginación

"yo soy tú y tú eres yo, dondequiera que estés, allí estoy yo. En todas las cosas estoy desparramada y de cualquier sitio puedes recogerme y, recogiéndome a mi te recogerás a ti mismo."
Evangelios apócrifos.

En la librería Kalathos.

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Presentación de la charla Escritura y magia, en la librería Khalatos.

El espacio onírico de Maria Luisa Lazzaro.

En la ciudad de Mérida, María Luisa Lazzaro escribe una novela cuyas coordenadas esenciales son el lenguaje poético y evocativo y, un espacio onírico donde el lector pierde la certeza de la identidad de los personajes. Un complejo de representaciones arquetípicas proyectadas en seres mitológicos es el leitmotiv de su novela, Tantos juanes o la venganza de la sota. Este es un libro donde fantasía y realidad se confunden, se entrecruzan, y nos envuelven en un misterio que jamás se resuelve. Las imágenes de los tantos juanes de la novela muestran una energía psíquica proyectada en un personaje único y a la vez universal, todos los juanes del mundo, pero también el especial, el amado, el que nunca se olvida, el que siempre está presente  de manera obsesiva y, su contraparte, el otro que nos habita, lo que presiento en mi “yo” el otro, “yo” universal, “yo” único ¿Y quién es yo en el psicoanálisis sino el lugar del máximo desconocimiento?  De ahí el gran misterio que nos envuelve cuando leemos a esta escritora.
Como en la novela contemporánea, se observa en el libro una pluralidad de voces, las cuales dan cuenta de  la víctima y su transcurso vital, el arma, el móvil, el victimario. La autora se vale del pretexto de un asesinato para embaucar al lector en un juego de seducción, donde todos los juanes ejercen un papel protagónico, así dice: Te odio Juan porque no eres tú ya. El otro se evapora aunque este ya no es, se perdió en la rutina, en el quehacer diario. Extraña contradicción “es una cuestión de rostros, y tu rostro no es, perdóname” ¿qué sucede?  ¿el rostro de Juan no se adecua al Juan de siempre, al objeto de la obsesión?  Es la búsqueda gobernada por el principio  del placer que desea el reencuentro con el objeto de la experiencia primaria de la satisfacción. Anhelo de un objeto mítico originario. Si, pareciera  ser cierto que Juan es el hombre universal, pero a la vez es el primer amor, el que se mitifica a través del tiempo, es más,  hasta podría ser el amor a secas, donde el “yo” se ha convertido en el otro. Para un narrador, escribir es amar, es seducir. Para María Luisa Lazzaro, Juan es el que inventa día a día en el papel, Juan es el “otro yo . Entonces, como todo relato es a medias ficción, porque pone en escena la verdad misma, nuestra escritora estaría siempre en proceso de búsqueda de ese Juan que muchas veces no es, y no lo es porque cada vez lo crea,  lo recrea con la palabra, y ningún otro se parecerá a ese hombre mítico de los orígenes del mundo, al hombre dios, al hombre padre, al hombre extraño y conocido a la vez.
La victima.
Juanerma Orígenes, “bella mujer de treinta y cinco años, presuntamente asesinada de certera puñalada” …pero, “por las carencias y la melancolía de los papeles estuve casi a punto de concluir que Juanerma había atentado contra su propia humanidad”, Cuando observo a la víctima en la palabra de la autora, me parece que esta fuera Juan-Juanerma, dos polos de lo mismo, porque “sabes Juanito, hoy domingo amanecí con deseos…de escribir (te), me levanté muy temprano, preparé un whisky, como aquel con el que empecé a ser Juanita, ¿te acuerdas? Primero Juanito, después Juanita, ¿o al revés?
Así que tenemos dos víctimas en una, el yin y el yan, lo femenino y lo masculino “El uno y la otra. Por lo tanto el Tao, sentido en lo vulgar, confundirá cualquier vía, cualquier parecer ser el, cualquier rostro será el rostro, cualquier Juan será Juan, cualquier yo podría ser  yo…”. Juanerma dice que es hija de Hermes, y que “Mercurio es el azogue del arte, como la vara del mago es el cayado de Hermes”, como sabemos, Hermes poseía el don de la palabra, por eso es el patrón de estas, además él también se encargaba de guiar a los muertos hacia el mundo de las sombras. Palabra, seducción y sombra se juntan, y soterradamente aparece en la víctima la imago paterna, la omnipotente, terrible, violencia del padre del Antiguo Testamento, causante de tantos traumas. Cuando Juanerma dice, soy hija de Hermes, está diciendo: Soy hija del cautivador que guía hacia las sombras, hija del misterio   (Thot) puesto que Hermes, más tarde, daría origen a la filosofía hermética.  Pero... ¿cuándo fue la hija de Hermes arrojada del paraíso? ¿Cuándo cayó en la sombra que la llevó a ser víctima?, La protagonista nos lo contesta: “Mi padre…rompió con sus pies el arcoíris de los cinco años…arrugó el papel blanco, el perfume de vida, la alegría. Mi madre se ocultaba detrás de las puertas para no ser hallada…si no hubieras gritado, madre, si hubieras golpeado la indignidad…hasta encontrar otro padre que no fuera bestia, que pudiera no cristalizar esta fuerza de Júpiter en las entradas,” “Otro padre? El Dios paterno y amable del Nuevo Testamento? “Mi cabeza es una Mileidi, mi vagina otra, boca que se cierra, ostra de miedo.”
El arma.
Un puñal extraído del sueño, del sí mismo, de la otra parte de si, “un extraño cuchillo en cruz con hoja de acero puntiaguda”… este es símbolo de la conjunción, especialmente cuando adopta esa forma de cruz. Además significa la herida y el poder de herir, por eso el puñal también es Juan, “el ungido de facciones de sueño y realidad. Es la espada que permanece clavada en mí, Sota de Copas vacía…” “El Mileidi, el rostro,  se hace puñal gitano para clavarse sombra en mis entrañas solitarias de él…” “Oh viento sin furia que me atraviesa, hombre, mujer lago sobre montaña, caverna mórbida carne de tierra sin barro que tiembla y se tensa en la espera.,,”
Según el I-Ching,  arriba lo sereno, el lago, abajo el aquietamiento, la montaña. Esto significa el cortejo, puesto que el rígido trigrama de abajo, por su acción perseverante, aquietante, incita al trigrama débil de arriba, el cual serena y alegremente corresponde a esta incitación (conjunción). Para la autora lo débil se encuentra arriba, por lo tanto, la mujer, aunque de apariencia débil es la fuerte.
Para finalizar diremos que en la novela hay un crimen, una víctima, un victimario, un puñal, y un móvil. Parecería una novela policial pero o lo es. A decir del policía que investiga el crimen (otro Juan) el asesino sería Juan Geisho, pero no, tampoco lo es, en esta novela nadie es lo que parece ser. La autora en este relato usa “su ojo interno, su oído interno para penetrar las cosas y no tiene necesidad del conocimiento intelectual” así diría Ch Wang-Tsé, pero María Luisa Lazzaro hace gala de las dos cosas, de una gran penetración y de un gran conocimiento intelectual. Ella hace uso de elementos esotéricos en su novela, como el Tarot, el I Ching, la filosofía hindú, la alquimia, además de los aspectos científicos de la química, la anatomía, la física etc etc. La novelista  no le tiene miedo a las contradicciones, ella las asume, y uno presiente, con las palabras de Chuang-Tzu, “que lo que es uno es uno, y lo que es no-uno es también uno” La ciencia y la no-ciencia es lo mismo, es conocimiento universal del hombre. Hay que escudriñar en todas partes como lo hace la autora. Es por eso que ella ha logrado una de las mejores novelas que he leído en los últimos tiempos,

Paisaje de mis novelas, La Colonia Tovar, Venezuela.

El paisaje donde se desarrollan mis novelas.
Esta es una colonia de origen alemán  en las altas montañas de la costa Caribe.

domingo, 12 de mayo de 2013

Marisol Marrero, una venezolana canaria, por Blanca Miosi

Esta primera entrada del año la quiero dedicar a una autora venezolana: Marisol Marrero. Pocas veces he tenido oportunidad de leer a escritores venezolanos, no porque no los haya; hay muchos y muy buenos, según las críticas y los círculos literarios del país. Tal vez sea enteramente mi culpa el no buscarlos debido a la mala suerte que he tenido con las editoriales venezolanas.

Pero ahora no se trata de hablar de mí sino de Marisol Marrero, cuya primera novela: Lotte von Indien, La coloniera de Tovar, tuvo tal éxito que ahora publica por Planeta, y la saga continúa, pues es una trilogía de la que no me pienso perder la última, apenas salida del horno.

En Caracas existe un clima muy agradable, estamos a una altura de novecientos metros sobre el nivel del mar, de manera que pese a estar en una zona caribeña no existe un calor excesivo, pero si uno recorre por sus montañas, las cuales rodean la Gran Caracas, especialmente la cordillera que nos separa de la costa, encontraremos que el clima es tan frío como en cualquier lugar de Europa en otoño o principios de invierno.

Lotte, diminutivo de Carlotte, es la protagonista de esta primera parte llamada Lotte von Indien. Vino con su familia desde la Alemania de los años 1840, en un barco junto a un grupo de inmigrantes alemanes de la Selva Negra, atraídos por la propaganda que de la Venezuela de entonces se hacía. Una niña soñadora, a la que le gustaba leer e inventar historias. Sin embargo, Lotte es una protagonista dura, hermosa y muy apasionada, y es aquí donde la maestría de Marisol Marrero nos envuelve, pues transforma momentos álgidos en sueños sofocantes, y utiliza una prosa a la que pocas veces como lectora he tenido acceso.

La novela que le sigue a la niñez y juventud de Lotte es Niebla de Pasiones.En ella va quedando atrás la niña de las preguntas sin respuestas, de los amores equivocados, para rendirse a la evidencia de que está enamorada, y se va descubriendo capa tras capa como si estuviéramos ante una cebolla, y con cada capa nos enfrentamos a situaciones que ni siquiera habían cruzado por nuestra mente, vamos descubriendo secretos, mentiras, infamias, amores, y tal como el título Niebla de pasiones, quedamos envueltos en una bruma que por momentos no es la que enturbia La Neblina, el lugar donde ocurren la mayoría de los hechos, allá en las sierras de la Colonia Tovar, a solo treinta minutos de Caracas, la capital. Es la de nuestros corazones. Entonces el tiempo se contaba de otra manera, no había caminos, ni existían las facilidades de transporte de hoy. Por otro lado Venezuela estaba siempre convulsionada por alguna revuelta, un golpe de estado, un levantamiento o una guerra civil, de manera que los tranquilos colonos alemanes no comprendían dónde se hallaba aquel paraíso que les habían descrito cuando se animaron a mudarse de continente.

Los datos históricos acerca de las revueltas y saqueos de Ezequiel Zamora, sus pleitos con Páez y la figura paciente y conciliadora de Guzmán Blanco se ven reflejados como si la autora hubiese conversado con ellos. Lotte se ve envuelta en rebeliones y amores en viajes de regreso a Europa convertida ya en una hacendada que con sus propias manos levantó los cafetales que aprendió de un personaje que llegó a ser presidente de Venezuela por poco tiempo. Me encantaría poder develar más detalles pero entonces restaría el placer a los lectores, de encontrarlos. Solo puedo decir que nada es lo que parece ni todo lo que brilla es oro. A veces es más que eso. El erotismo que se respira es profundo, deja huella, Marisol es una maestra describiendo la pasión, mientras juega con nuestra propia mente.

La lectura de estas dos primeras partes me ha dejado una niebla en el alma, y eso solo es posible cuando la comunión entre lector-escritor se da por completo.

Marisol Marrero vino a Venezuela muy pequeña procedente de las Islas Canarias. Es socióloga egresada de la Universidad Central de Venezuela, tiene una maestría en Psicología Social y ha sido profesora universitaria. Ha publicado doce libros de poesía y dos ensayos. En narrativa: Las brujas modernas vuelan en la red, y Alonso e Isabel, además de esta trilogía,
Perteneció a la Junta Directiva del Círculo de Escritores de Venezuela y es miembro del Pen Club de Venezuela.isol Marrero, una venezolana canaria